A pocas horas de que empiece la gala de la gran fiesta del cine. Éstos son mis, ¿favoritos?, no, ya os digo yo que los premios irán por otro lado, esto es lo que menos y más me ha gustado de las pelis candidatas a los Oscars 2015:
EL FRANCOTIRADOR (AMERICAN SNIPER). 5,0. No aporta nada al género bélico ni a la filmografía de Eastwood.
EL GRAN HOTEL BUDAPEST. 5,5. No soy de Wes Anderson, su Hotel Budapest me dejó tan templado como el el resto de su filmografía.
THE IMITATION GAME. 5,5. Un thriller tan correcto como prescindible. Benedict Cumberbatch promete darnos mejores alegrías.
SELMA. 6,0. Un buen drama sobre el racismo que consigue conectar con las emociones del espectador, no así con la memoria del cinéfilo.
BOYHOOD. 6,0. El experimento del año (de más de una década para ser exactos) y la gran favorita. Si no fuera por su genuino rodaje no habría merecido más éxito que cualquier melodrama televisivo.
Hasta aquí todo bastante mediocre. Ahora es cuando para mí, empieza lo realmente bueno.
LA TEORÍA DEL TODO. 7,0. Un drama romántico narrado con elegancia e inteligencia. Destaca la pareja protagonista (¿dará la sorpresa Redmayne en la categoría de mejor actor?) y la banda sonora, que se merece el Oscar.
WIPLASH. 8. La película pequeña revelación del año. J.K. Simmons está espléndido, inquietante, apabullador. Se merece el Oscar al mejor secundario. Quizá la cinta también se lleve el de mejor guión adaptado.
BIRDMAN. 9. Yo se lo daría casi todo: Michael Keaton vuelve para interpretarse a sí mismo y hace, claro, el papel de su vida, e Iñárritu narra magistralmente y con ritmo trepidante una historia sobre la viciosa necesidad de darle trascendencia a nuestra existencia. Guión original, actor, director y película.
Pero, no será así. Boyhood está en todas las quinielas y las sorpresas no abundan en los Oscars. Tampoco creo que se lo llevará la argentina Relatos Salvajes, lo mejor del año junto con Birdman. Una oportunidad perdida para premiar a un mexicano y a un argentino en un momento en el que se está apostando fuerte en Latino América por el cine, y esto hubiera significado un buen espaldarazo.
Todavía, ¿quién sabe? Esta madrugada conoceremos a los ganadores, aunque cuando se hace buen cine, el que siempre gana, es el espectador.
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